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El bosque de secuoyas de Cantabria, un paseo ideal para hacer con niños

bosque de sequoyas cantabria

El norte de España esconde lugares de gran belleza natural que, en ocasiones, pasan desapercibidos para el viajero. Uno de estos rincones, tan impresionante como poco conocido, es el Bosque de Secuoyas de Cantabria. Ubicado cerca de la localidad de Cabezón de la Sal, este paraje sorprende a quien lo visita por la majestuosidad de sus árboles gigantes de casi 100 años. Al adentrarse en sus senderos, uno se siente transportado a la costa oeste de Estados Unidos, en plena California, donde las secuoyas rojas son un emblema de la naturaleza. Sin embargo, este tesoro está mucho más cerca de lo que pensamos, convirtiéndose en una excursión ideal para disfrutar en familia.

Visitar este lugar con niños es una experiencia inolvidable y educativa. Ellos se maravillarán ante la altura de estos colosos de troncos anchos y cortezas rojas, mientras pasean por senderos sombreados y seguros. Además, el entorno es tranquilo y el recorrido es perfecto para adentrarlos en el respeto por la naturaleza. En este artículo, descubrirás la historia de este singular bosque cántabro, sus características más destacadas, información práctica para organizar tu visita y respuestas a las preguntas más frecuentes, como la posibilidad de recorrer el lugar con carritos de bebé o sillas de ruedas.

La historia del bosque de secuoyas

El Bosque de Secuoyas de Cantabria, conocido formalmente como “Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón”, posee un origen curioso y relativamente reciente. Fue a mediados del siglo XX, concretamente en la década de 1940, cuando el gobierno español llevó a cabo un plan de repoblación forestal en diversas regiones del país. En aquella época, se buscaban árboles de crecimiento rápido para aprovechar la madera de manera sostenible. Así se decidió plantar estas secuoyas (Sequoia sempervirens), que habían demostrado una gran resistencia y un ritmo de crecimiento notable.

La elección de las secuoyas, nativas de la costa oeste norteamericana, fue un experimento bastante ambicioso para la época. Gracias al clima húmedo y templado de esta zona de Cantabria, los ejemplares encontraron condiciones relativamente similares a las de su lugar de origen, creciendo con gran éxito. Con los años, estas secuoyas han ido formando un bosque de aspecto casi mágico, con troncos impresionantes que pueden alcanzar más de 35 metros de altura. Aunque el uso industrial de su madera se abandonó, el legado de esta plantación experimental ha quedado como un valiosísimo entorno natural que hoy sorprende a curiosos y amantes de la naturaleza.

Características de las secuoyas

Las secuoyas (Sequoia sempervirens) son auténticos gigantes del mundo vegetal. En su hábitat original, en la franja costera del norte de California y sur de Oregón, pueden superar los 100 metros de altura y vivir varios miles de años. Son consideradas los árboles más altos del planeta. Si bien en Cantabria no alcanzan las dimensiones de sus homónimas estadounidenses, sí logran imponer con su porte y sus troncos de color rojizo.

Una de las características más destacadas de estos ejemplares es su corteza, gruesa y de tonos anaranjados o rojizos, que suele presentar un aspecto acanalado. Esta corteza actúa como barrera protectora contra incendios, plagas y otras amenazas naturales. Además, las secuoyas se adaptan muy bien a entornos húmedos y templados, donde encuentran en la niebla y la lluvia un aporte de agua vital para su subsistencia.

Otra particularidad notable es su capacidad para rebrotar: incluso tras haber sufrido daños o cortes en su tronco, las secuoyas muestran una asombrosa resiliencia y pueden generar nuevos brotes en su base. Esta increíble aptitud forma parte de la razón por la que, en parques naturales de Estados Unidos, muchos ejemplares han logrado sobrevivir cientos e incluso miles de años.

Cómo llegar al bosque de secuoyas de Cantabria desde Santander en coche

El Bosque de Secuoyas se ubica en el Monte Cabezón, a pocos kilómetros de Cabezón de la Sal, y aproximadamente a 45 kilómetros de Santander. Si planeas salir desde la capital cántabra en coche, deberás recorrer por la A-67 y la A-8 hasta Cabezón de la Sal.

El trayecto suele durar entre 35 y 40 minutos, dependiendo del tráfico. Al llegar, encontrarás una zona de aparcamiento habilitada, no demasiado grande, por lo que conviene ir temprano en temporada alta o fines de semana para evitar aglomeraciones. Una vez aparcado, el bosque se encuentra a escasos metros andando por un sendero muy señalizado. Este bosque es una oportunidad ideal para recorrer Cantabria en un coche de alquiler. En 5coches contamos con la mejor oferta para todos aquellos que visitan esta región de España.

Horarios y precios para visitar el bosque

A diferencia de otros lugares turísticos, el acceso al Bosque de Secuoyas es gratuito y, por lo general, se puede visitar en cualquier momento del año, todos los días de la semana. Es importante tener en cuenta que, al tratarse de un espacio natural, no se encontrará una entrada formal con taquilla. Tampoco hay restricciones horarias estrictas, pero se recomienda realizar la visita de día para disfrutar al máximo de las vistas y la atmósfera.

En cuanto a la mejor época para acudir, depende de los gustos de cada persona. El otoño ofrece un ambiente otoñal único, con la mezcla de rojos y ocres en el follaje de los árboles cercanos al bosque de secuoyas. La primavera y el verano son estaciones idóneas para aprovechar el buen tiempo y el verdor del entorno, además de ser el momento preferido por muchas familias para realizar excursiones con niños. El invierno puede ser mágico, especialmente si hay niebla, pero conviene ir preparado con ropa de abrigo y calzado adecuado, ya que el terreno puede estar húmedo y resbaladizo.

¿Puedo visitar el bosque de secuoyas con carritos de bebé o silla de ruedas?

Una de las preguntas más frecuentes que se hacen las familias es si el bosque es accesible para carritos de bebé o para personas con movilidad reducida. La buena noticia es que el bosque cuenta con un sendero accesible, por lo que es ideal para personas de movilidad reducida o niños que aún usen carritos. Sin embargo se trata de un entorno natural, por lo que quizás necesites algo de ayuda para recorrerlo.

La pasarela tiene una extensión de unos 200 metros y busca evitar la erosión que puede generar la llegada de múltiples visitantes a la zona.

Es importante que si se visita con mascotas, las mismas se encuentren atadas. No está permitida la circulación por la zona con bicicletas ni tirar basura. El bosque es una gran oportunidad para todas aquellas personas que buscan algo diferente a lo que puede ser un paseo por la playa en Cantabria o disfrutar de la mejor gastronomía del mundo.